domingo, 20 de diciembre de 2009

Mímetismo



Mientras intento calzarme los guantes de la palabra, la música acompaña el movimiento. Entre tanto mi mente vaga entre los árboles y se confunde con ellos, siendo ellos.
Como árbol, mis sensaciones son otras: nada de ese afán de trasladarme o correr rápido; nada de cobijarme porque soy cobijo y poco importa que los pájaros aniden en mi melena. Por el contrario, sería una insatisfacción para mi parte. Sé de la sed pero de otra manera: la madera que me compone clama de otra forma, soportando más la ausencia.
Sé de las profundidades y sus habitantes que acompañan mis raíces. Es de ellas desde donde bebo la humedad de la tierra, de la donosa madre.
Juego con la luz y dejo lugar al viento, a la brisa y a la lluvia entretejer sus decires en mis hojas. Acuno sueños de viandantes, atesoro conversaciones de amantes, sé de los orines y otros menesteres en torno a mi corteza.
Preguntas ¿De dónde me sostengo?
En todo ello. Soy árbol por ellos.

Oscar A. Agú
Reside en Santo Tome/Sta Fe
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